martes, 18 de octubre de 2011

Desde el Líbano…

Beirut
Después de haber leído “Hay otro mundo…” me siento parte de la familia Cerviño. Entrar en el mundo de Marcos ha sido un regalo inmenso. A medida que pasaba las páginas sentía que algunos recuerdos se entrelazaban y que los profundizaba. 
Yo conocí a la familia Cerviño en Italia, hace más de 15 años, y con este libro ha sido como reencontrarme con algo que me resulta propio.
Vivir apasionadamente… ¡Qué lección me ha dado Marcos! Me ha espoleado a ponerle sal y pimienta a la vida, a vivir con intensidad siendo consecuente en el actuar.
Su autenticidad y humildad han sido como una brisa de aire puro que me ha dado un nuevo respiro. Él no tenía nada que defender o que proteger, era auténtico, se mostraba tal cual, sin muros. Quizá por eso tenía la libertad para decir las cosas sin vueltas y de frente.
También me han impresionado mucho los juegos y las relaciones que tenían, entre padres e hijos, en la casa del “pitufei”. Se vivía la libertad que genera el evangelio, esa libertad que se materializa llegando a permear todos los espacios de la vida.
¡Y qué lección de amistad nos dan Marcos y Tristán! Con esa relación que dice tanto de gratuidad, afecto y fidelidad.
¡Felicitaciones, de corazón, a escritores y diseñadores!
Un abrazo desde Beirut.
Cristhian Abrahao

No hay comentarios: